lunes, 11 de noviembre de 2013

Razas de perro y su desarrollo

Una raza de perro o raza canina es un grupo de perros que tienen características muy similares o casi idénticas en su aspecto o comportamiento o generalmente en ambos, sobre todo porque vienen de un sistema selecto de antepasados que tenían las mismas características. Los perros han sido apareados selectivamente para conseguir características específicas por miles de años.

Una raza de perro está representada por un número suficiente de individuos que transfieren de manera estable sus características específicas a través de generaciones. Los perros de la misma raza tienen características similares en apariencia y comportamiento, sobre todo porque vienen de un sistema selecto de antepasados ​​que tenían las mismas características.Los perros de una raza específica o raza verdadera, producen animales muy similar a los padres. Un perro se nombra miembro de una raza a través de pruebas de ascendencia, mediante el análisis genético (DNA) o registros escritos de su ascendencia (pedigree). Sin esas pruebas, la identificación de una raza específica no es confiable.
Estos registros, llamado registro de raza, pueden estar en manos de particulares, clubes u otras organizaciones.
Muchas razas tradicionales de perros reconocidas por las principales asociaciones de registros caninos se denominan “razas puras”. Solamente individuos cuyos padres y ancestros son de pura raza se consideran pertenecientes a dicha raza. Este concepto ha causado controversia debido a la dificultad de regulación y debido a las posibles consecuencias genéticas de una población limitada (endogamia). Se han realizado trabajos recientes para clasificar las distintas razas, con algunos resultados que sorprendían con respecto a las estimaciones de edad de la raza y sus interrelaciones con otras castas.
Generalmente, antes de que un tipo de perro se reconozca como de verdadera raza, debe demostrarse que el acoplamiento de un par de ese tipo produce siempre perros que tienen las mismas características que los padres, tanto en aspecto como en comportamiento. Esto se conoce como resultado positivo de raza. Existen muchos interrogantes relacionados con lo que se considera resultado positivo de raza.
La Federación Cinológica Internacional (FCI) reconoce 337 razas y cada una es propiedad de un país específico. Los países propietarios de dichas razas establecen el estándar de raza (descripción detallada del tipo ideal de la raza) - en colaboración con las Comisiones de Estándares y Científica de la FCI - cuya traducción y actualización es efectuada por la FCI. Estos estándares son la referencia en la cual se basan todos los jueces al examinar los perros durante las exposiciones llevadas a cabo en los países miembros de la FCI.




DESARROLLO :

Las primeras selecciones se habrían centrado inicialmente en la domesticación y comportamiento útil del perro, como el ladrido hacía las criaturas desconocidas o las personas, la protección del ganado o la caza —como en el caso del grupo de los Terriers. Algunas razas de perro como el Saluki han sido criados durante miles de años. Otras razas de perro de trabajo como el Pastor Alemán o Labrador Retriever se establecieron en los últimos siglos. Más adelante, los perros también fueron seleccionados para lograr morfologías atractivas y distintivas, dando por resultado una variedad extensa de tipos.
Hay mucha especulación, pero poca evidencia, acerca de por qué los cánidos vinieron a vivir con o cerca de los seres humanos, posiblemente desde hace más de 100.000 años.[En los comienzos de la agricultura hace unos 12.000 años, los seres humanos comenzaron a hacer uso de perros de diversas maneras, dando lugar a diferencias físicas entre los perros y su antepasado el lobo.
 En épocas anteriores, poco se escribió acerca de los perros, aunque se conocen perros criollos —como el Africanis—, que se desarrollaron durante el tiempo con la mínima intervención humana para encajar con el medio ambiente —incluyendo la cultura humana— en el que los perros vivían o viven.
Las razas de perros en sentido moderno fechan solo a partir de la precisa documentación de los pedigríes que se establecen en el Kennel Club Inglés en 1873, como una imitación de otros registros genealógicos para ganado y caballos.
Muchas razas de perros hoy en día tienen los nombres de los tipos de razas nativas originales, como el Border Collie. Otros tipos de variedades criollas, como los retrievers, se han hecho con una apariencia más uniforme a través de la cría selectiva, lo que dio lugar a un desarrollo de una gran variedad de razas distintas. Las variedades de perros de raza en los círculos de trabajo puede variar en apariencia de los mismos perros de raza pura que se presentan en las exposiciones caninas o son mascotas.
Han sido documentados tipos semi-salvajes y variedades locales, como el "Perro Cantor de Nueva Guinea" o Canis lupus hallstromi que se ha registrado como raza con fines de preservación. No hay constancia de su avistamiento desde 1976 por lo que se cree que se podría haber extinguido.[
En 1970, el ecologista I. Lehr Brisbin descubrió una raza de perro silvestre denominada como "Perro de Carolina".

¿ Como funciona el cerebro de los perros ?


¿Se pondrá triste cuando lo dejo solo? ¿Me extrañará? ¿En qué estará pensando? ¿Soñará? ¿Por qué estará enojado?



Quién, alguna vez, no se hizo estas preguntas, mientras miraba a su perro con los ojos perdidos o cuando, completamente dormido, movía su cola y una de sus patas.
Cada vez más estudios neurocientíficos nos alejan de esas dudas y reconocen la conciencia de los mamíferos y los pájaros. Según el neurocientífico canadiense Philipe Low, “todos los mamíferos, todas las aves y muchas otras criaturas como el pulpo, cuentan con las estructuras nerviosas que producen la conciencia. Esto significa que estos animales sufren”.
Junto a colegas de todo el mundo, Low firmó un manifiesto en el que se afirma que todos los mamíferos tienen conciencia. Entre los firmantes está el famoso físico Stephen Hawking, quien desde hace cuarenta años está completamente paralizado por una enfermedad degenerativa.
El médico veterinario Rubén Mentzel, especializado en comportamiento animal, afirma que “el cerebro de los perros funciona muy parecido al nuestro. La diferencia está, desde el punto de vista estructural, en una corteza cerebral con menos capas celulares y circunvoluciones. Y desde el punto de vista funcional, en un menor grado de procesamiento de la información. Si nos referimos a la capacidad de aprender, ellos son inteligentes. Si hablamos de procesar información previa para resolver nuevos problemas, también pueden. Pero, obviamente, menos que el ser humano”.
Lamentablemente, son muchos aún los que consideran a los perros como seres a los que sólo les basta recibir algo de comer y tener unos trapitos para dormir. Ni se les ocurre pensar que esos seres con
“Los perros piensan y recuerdan -dice el doctor Ricardo Bruno, especialista en comportamiento animal-. Pero no se sabe a ciencia cierta si tienen la capacidad de pensar en abstracto sobre hechos a los que nunca estuvieron expuestos. O sea, no se sabe si tienen la capacidad de imaginar, o si solamente pueden recordar situaciones vividas y relacionarlas. Pero, por supuesto, si un perro vivió tres años con una familia y lo dan a otra, recordará a sus antiguos dueños. Y principalmente si vivió con ellos cuando era cachorro. También hay estudios que indican que los perros pueden reconocer la fonética de mucho más que 160 palabras”.
En su libro “De perros que saben que sus amos están camino a casa”, Rupert Sheldrake explica cómo los perros saben cuándo sus amos están de regreso al hogar o por qué los gatos se lanzan al teléfono cuando el que llama es uno de sus dueños.


“Los perros viven en un mundo que nosotros los humanos no vivimos -explica  Bruno- Hay un mundo de olores y sonidos que nosotros no podemos reconocer y ellos sí. Esta es la razón por la que algunos perros pueden saber que los propietarios están llegando. También son animales que aprenden por asociación de eventos (condicionamiento), por lo que puede haber muchas señales a las que los humanos no prestamos atención y ellos sí”.
Para Mentzel, otro de los motivos de esa cualidad canina puede ser la manera que tienen de manejar el tiempo: “Además de tener un espectro olfatorio y auditivo mucho más amplio que el nuestro, tienen una capacidad de pautar el tiempo que todavía no sabemos cómo funciona. Con respecto a si distinguen los colores, sí que lo hacen pero menos que nosotros y de una manera menos intensa. Principalmente ven el azul, verde y rojo.”


Es común ver a los perros pararse frente al espejo y mirar fijo ¿se ven, se reconocen? “No se reconocen como ellos mismos -dice Bruno-, sino que reconocen a un individuo de su especie, a otro perro. Es por eso que muchos perros al verse en un espejo empiezan a ladrarle como si fuera otro. Hay muchos estudios que muestran que hasta los peces luchan contra la imagen en un espejo. Los perros también sueñan; según estudios científicos, ellos presentan los mismos ritmos y patrones de sueño que los humanos. Lo que no puede saberse es qué sueñan, si lo hacen sobre situaciones ya vividas o hechos reales”.
Aún falta saber mucho sobre el cerebro de nuestros amigos, los perros y los gatos, pero de algo estamos seguros: cuanto más sabemos de ellos, más cerca están de nosotros.

Inteligencia Canina

 

Los perros son apreciados por su inteligencia.

La inteligencia canina se refiere a la habilidad de un perro de procesar la información que recibe a través de sus sentidos para aprender, adaptarse y resolver problemas. La etología cognitiva es la disciplina que se encarga de estudiar está área dentro de la cognición animal.
Algunos estudios de antropología evolutiva se centran también en la identificación de las capacidades cognitivas especiales que el perro posee, y que ha desarrollado debido a su estrecho contacto con el ser humano; como es la habilidad de reconocer un vocabulario extenso.

La habilidad de aprender rápido ha sido utilizada como uno de los parámetros para medir la inteligencia entre las razas caninas, otras pruebas tienen que ver con el deseo y la habilidad de responder ante diversas situaciones. Los perros guías, por ejemplo, deben aprender un número enorme de órdenes, entender cómo comportarse en una gran variedad de situaciones y reconocer riesgos o peligros a su compañero humano, actuando incluso bajo el comportamiento conocido como desobediencia inteligente que significa que el animal de asistencia irá en contra del deseo de su dueño para evitar una decisión equivocada.
Ciertas razas han sido continuamente seleccionadas a lo largo de cientos o miles de años por su capacidad de rápido aprendizaje, mientras que en otras razas, esta cualidad ha sido relegada en favor de otras características, como son: la habilidad de correr, perseguir, cazar o de pelear con otros animales. Sin embargo, la capacidad de aprender obediencia básica —y eventualmente comportamientos complejos— es inherente en todos los perros. Aún el perro más tímido o distraído responde más fácilmente al entrenamiento que, por ejemplo, un gato. Los propietarios deben ser simplemente más pacientes con algunas razas que con otras.

EL PERRO

El perro (Canis lupus familiaris) es un mamífero carnívoro doméstico de la familia de los cánidos, que constituye una subespecie del lobo gris. No obstante, su alimentación se ha modificado notablemente desde principios del siglo XX debido principalmente al estrecho lazo que existe con el hombre, hasta el punto en que hoy en día sea alimentado usualmente como si fuese un omnívoro. Su tamaño o talla, su forma y pelaje es muy diverso según la raza.
Posee un oído  y olfato  muy desarrollados, siendo este último su principal órgano sensorial. En las razas pequeñas puede alcanzar una longevidad de cerca de 20 años, con atención esmerada por parte del propietario, de otra forma su vida en promedio es alrededor de los 15 años.



Los perros son apreciados por su inteligencia. La inteligencia canina es la habilidad de un perro para aprender, para pensar y para resolver problemas. Los entrenadores de perros, los amos y los investigadores no se ponen de acuerdo en un método para probar la inteligencia canina tal y como existe para los humanos, a pesar de que la misma se evalúa tradicionalmente a través de la resolución de laberintos.Por su naturaleza sociable entienden la estructura social y las obligaciones, y a menudo aprenden rápidamente cómo comportarse con otros miembros del grupo, ya sean perros o humanos.

Los perros adultos modelan a sus cachorros mediante correcciones (auditivas o físicas) cuando no se comportan de la forma esperada y con premios si tiene comportamientos aceptables (jugando con ellos, alimentándolos, limpiándolos, etc.).



Una raza de perro está representada por un número suficiente de individuos que transfieren de manera estable sus características específicas a través de generaciones. Los perros de la misma raza tienen características similares en apariencia y comportamiento, sobre todo porque vienen de un sistema selecto de antepasados ​​que tenían las mismas características.1 Los perros de una raza específica o raza verdadera, producen animales muy similar a los padres. Un perro se nombra miembro de una raza a través de pruebas de ascendencia, mediante el análisis genético (DNA) o registros escritos de su ascendencia (pedigree). Sin esas pruebas, la identificación de una raza específica no es confiable.2 Estos registros, llamado registro de raza, pueden estar en manos de particulares, clubes u otras organizaciones.
Muchas razas tradicionales de perros reconocidas por las principales asociaciones de registros caninos se denominan "razas puras". Solamente individuos cuyos padres y ancestros son de pura raza se consideran pertenecientes a dicha raza. Este concepto ha causado controversia debido a la dificultad de regulación y debido a las posibles consecuencias genéticas de una población limitada (endogamia). Se han realizado trabajos recientes para clasificar las distintas razas, con algunos resultados que sorprendían con respecto a las estimaciones de edad de la raza y sus interrelaciones con otras castas.
Generalmente, antes de que un tipo de perro se reconozca como de verdadera raza, debe demostrarse que el acoplamiento de un par de ese tipo produce siempre perros que tienen las mismas características que los padres, tanto en aspecto como en comportamiento. Esto se conoce como resultado positivo de raza. Existen muchos interrogantes relacionados con lo que se considera resultado positivo de raza.